Al comenzar las tareas de construcción de la Base Naval y el consiguiente tendido de las vías férreas desde Grünbein a los obrajes de Punta Alta, se conformó de manera espontánea un asentamiento que pronto tomó las características de pueblo, creciendo velozmente en los primeros años de existencia.

Esta Punta Alta inicial surgió en tierras que eran por ese entonces del partido de Bahía Blanca, que se extendía en ese entonces por una superficie mayor a la actual y comprendía la totalidad de lo que hoy es Coronel Rosales, entre otras jurisdicciones.

Es por eso que, durante el primer medio siglo de su vida, Punta Alta fue una localidad del partido de Bahía Blanca y, como tal, sus necesidades eran atendidas por una delegación municipal dependiente de la intendencia de la vecina ciudad.

Frente del local ocupado por la Delegación Municipal en la primer cuadra de calle Rivadavia. Álbum de Punta Alta, 1919.

Los comienzos de la delegación.

El 4 de marzo de 1904 se nombró como primer delegado municipal de Punta Alta a Eduardo Zelaya, uno de los distinguidos vecinos de la ciudad. La delegación ocupaba un edificio en la primera cuadra de calle Rivadavia, arteria que en las primeras décadas alineaba los edificios públicos importantes: el Banco Nación (en su intersección con calle Humberto I) y la iglesia parroquial, a la altura del 300. Esta distribución, al igual que la de los comercios a lo largo de Bernardo de Irigoyen, dan cuenta de la atracción ejercida por la Base y la Estación ferroviaria, organizadores del espacio urbano puntaltense en las primeras décadas del siglo XX.

Proyecto para los edificios de las nuevas delegaciones municipales.

El nuevo edificio.

Fue bajo la gestión del intendente Jorge Aguilar (1941-1943) que se planteó la necesidad de hacer un edificio nuevo para la Delegación Punta Alta. Era parte integrante de un plan para dotar de edificios semejantes a las delegaciones de Las Villas, General Cerri y Cabildo, con similares características arquitectónicas y constructivas. El proyecto general estuvo a cargo del Director de Obras Públicas, arquitecto Diego Caporossi y el de nuestra ciudad fue el primero de la serie de edificios planeados como sede de las oficinas municipales de cada delegación.

El 2 de julio de 1942 el H. Concejo Deliberante de Bahía Blanca aprobó la construcción de la edificación, que estaría frente a la plaza General Belgrano, en la intersección de las calles Rivadavia y Murature. Casi de inmediato, la municipalidad realizó el llamado a licitación para la presentación de propuestas para la construcción de la nueva sede de la delegación[1].

Los cuatro edificios de las delegaciones construidos hacia 1943 por la Municipalidad de Bahía Blanca: de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: Cabildo, Las Villas (Villa Mitre), General Cerri y Punta Alta.

Con un presupuesto de $40.000, el proyecto desarrollado en una planta, incluía tres secciones: una para la delegación, otra para el Juzgado de Paz y otra para la oficina de valuación. La delegación constaría de un despacho para el delegado, dos oficinas, mesa de entradas, oficina para la inspección, oficina de veterinaria y otra para asuntos legales.

La sección de la justicia de paz tendría mesa de entradas y una oficina y despacho del juez.

Finalmente, la valuación constaría de una mesa de entradas, una oficina y el despacho del valuador. Además, el edificio tendría un amplio hall de acceso, baños y dependencias auxiliares.[2]

La obra fue adjudicada al constructor puntaltense Hermenegildo Vocos, uno de los dueños de las firma Pietrasanta y Vocos según ordenanza del H. Concejo Deliberante de Bahía Blanca del 10 de agosto de 1942[3].

Detalle que se repite en los edificios de las delegaciones municipales sobre las respectivas puertas de acceso, con la fecha de construcción.

La nueva dependencia venía a privilegiar un sector de la ciudad que en ese entonces se estaba incorporando recién a la trama urbana. En efecto, por muchos años la plaza, excéntrica respecto a la población, no era más que una manzana sin edificación. Recién a finales de la década de 1920 se levantó la actual Escuela Primaria Nº2 Domingo Faustino Sarmiento, en Bernardo de Irigoyen y Murature. En la década de 1930 se levantaron portales en cada esquina de la plaza, uno principal y cuatro de menores dimensiones, obra a cargo de Calixto Barbieri y de Domingo Mengucci, que estuvieron presentes hasta 1939. En ese año se modernizó el paseo, que logró una fisonomía similar a la actual. En 1935 se construyó el monumento al General Manuel Belgrano, con pedestal, de granito negro, ostentaba el busto del prócer. Hacia finales de la década se comenzó a erigir la iglesia, que fue finalizada en 1942 y que reemplazó al antiguo templo.

Vista aérea del Palacio Municipal en 1949.

Por lo tanto, el lugar elegido estaba llamado a ser el centro neurálgico de Punta Alta, como en la mayoría de las ciudades de Argentina.

El edificio presenta las características del estilo neocolonial, en boga en aquel entonces. Recrea las formas del arte colonial americano, surgido de la conjunción del arte español del barroco y el mudéjar adaptado a las particularidades de América. El colonial estará presente en toda Hispanoamérica hasta el siglo XVIII y dará lugar a bellos ejemplos, como las catedrales de México, de Córdoba, de Lima el cabildo de Salta o la Casa de la Independencia en S M. de Tucumán. Está caracterizada por el uso del adobe, el empleo de tejas coloniales, las grandes aberturas de madera, la utilización del hierro para balcones, rejas o barrotes para las ventanas, pisos de terracota y molduras gruesas en los marcos de puertas y ventanas.

Puerta del despacho del Intendente Municipal.

Sobre estas características, a principios del siglo XX se puso en boga en Argentina la recreación estilística llamada neocolonial, a la luz de ciertos ideales nacionalistas que reivindicaba la herencia española y católica de nuestro país frente al cosmopolitismo que representaba la adopción de modelos arquitectónicos italianos y franceses.

En nuestra zona, el Neocolonial fue usado por el gobierno comunal para realizar la entrada al Parque de Mayo, los cuatro pórticos de la plaza Gral. Belgrano ya mencionados y los edificios de las delegaciones, entre ellas la de Punta Alta.

El inmueble puntaltense se construyó bajo la dirección técnica del ingeniero Néstor Jáuregui, de Bahía Blanca, mientras que la ejecución estuvo a cargo de la empresa Pietrasanta y Vocos. Los materiales de obra fueron provistos por empresas locales: el corralón de Juan Merino Hernández, abasteció de materiales de construcción en general; Laffaille y Sorichetti  proveyeron la carpintería en hierro; Pablo Bornático, la carpintería en madera; la fábrica de Mosaicos de Alberto Mugione suministró los pisos y la empresa Hierromat, a través de su representante local, surtió los perfiles, hierros, maderas, etc; finalmente, los trabajos de pintura estuvieron a cargo de Antonio Krinsky[4].

Fachada del Palacio Municipal en el año 2000.

La inauguración.

El domingo 28 de marzo de 1943 y luego de casi 10 meses de labor, el edificio que ocuparían las oficinas municipales de la ciudad fue inaugurado con una brillante celebración. Ya para marzo de ese año la Sociedad de Fomento de Punta Alta convocó a la población a hacerse presente en los actos, mientras organizaba actividades para el día de la inauguración.

Ese día se hicieron presentes autoridades civiles, eclesiásticas y navales y numeroso público. Concurrieron al acto el intendente municipal, Ing. Jorge Aguilar, su secretario, Gervasio Pérez, el Secretario de Obras Públicas, Ingeniero Elio Caporossi, el presidente del Concejo Deliberante, Francisco Pablo de Salvo, los concejales Enrique A. Donato,  Argimiro Custodio, Jose Antinori y Giordano B. Tagliabué; el delegado municipal, José I. Torrontegui, el senador provincial Sr. Daniel Villar, el obispo diocesano Monseñor Leandro Astelarra, el cura párroco de Punta Alta, Eugenio Bossetti; el secretario ayudante del jefe de la Base teniente de fragata J. Petersen, en representación del Jefe de Base, Capitán de Navío Zuloaga; el Mayor O. Odonne, el  comisario Guillermo Dowyer, además del presidente de la sociedad de fomento, José di Pietro y representantes de la Liga de Defensa Comercial, Cooperativa Eléctrica, Cooperativa de Consumos, y caracterizados vecinos puntaltenses[5].

Fachada actual del Palacio Municipal, 2023.

El acto comenzó a las 10.30, cuando las instalaciones fueron bendecidas por Monseñor Astelarra y el padre Bossetti. Padrinos de esta ceremonia fueron el intendente Aguilar y su esposa, Haydée Caporossi; el delegado Torrontegui y su esposa y el teniente de fragata Petersen. La banda de la Agrupación de Scouts Almirante Brown, dirigida por el maestro Valdovinos, ejecutó entonces el Himno Nacional.

Acto seguido, las autoridades se ubicaron en el hall donde hicieron uso de la palabra el presidente de la Sociedad de Fomento, José di Pietro; el concejal Donato, a nombre del vecindario; y el intendente Aguilar. Luego se ofreció un lunch para doscientas personas, amenizado por la banda scout.

De Delegación a Municipalidad.

Como casi todos los edificios públicos, las funciones para lo que fueron pensados inicialmente pueden cambiar de acuerdo a las necesidades históricas. Y el que nos ocupa no fue la excepción.

El gran cambio ocurrió el 12 de mayo de 1945, apenas dos años después de construido. Ese día, asumió sus funciones el primer gobierno municipal autónomo de Punta Alta, en la figura del Comisionado Municipal Dr. Carlos Gericke. A partir de entonces, el edificio albergó a las autoridades del Departamento Ejecutivo del flamante Partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales, por lo cual se convirtió en el palacio municipal de la ciudad, una de las postales emblemáticas puntaltense.

Un dato demuestra que los procesos históricos son dinámicos y continuos: en 2021, 78 años después de construido el edificio y a 76 años de lograda la Autonomía de Coronel Rosales, recién se logró tener la escritura del inmueble a nombre de la Municipalidad rosaleña, ya que hasta ese entonces figuraba a nombre de la de Bahía Blanca.

Por Lic. Gustavo Chalier.

Fuentes

  • El Regional, 1942-1943.
  • La Nueva Comuna, 1942-1943.
  • Revista El Archivo, Nº19, Mayo de 2008.
  • Provincia de Buenos aires. Escribanía General de Gobierno. “Municipalidad de Bahía blanca y otro”, 9 de octubre de 2020.

Citas

[1] El Regional, 21 de julio de 1942, p. 5

[2] El Regional, 2 de julio de 1942, p. 2

[3] El Regional, 12 de agosto de 1942, p. 8

[4] El Regional, 27 de marzo de 1943, p. 5.

[5] El Regional, 29 de marzo de 1943, p.6

80 años del Palacio Municipal.

Un pensamiento en “80 años del Palacio Municipal.

  • marzo 23, 2023 a las 5:35 pm
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    Hermosa nota, siempre es interesante para mi aprender algo nuevo de Punta Alta.

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