Muchas historias ya se han contado referentes a la autonomía comunal puntaltense, acaecida el 12 de mayo de 1945. De los periódicos de la época, rescatamos esta, pintoresca y poco conocida, que nos habla del gran impacto que tuvo la fecha en la comunidad de la ciudad.

 

La Autonomía, un viejo anhelo

Desde los orígenes se hicieron patentes las diferencias entre los vecinos de Punta Alta y las autoridades comunales de Bahía Blanca, partido al cual pertenecía jurisdiccionalmente. Ya en 1908 se constituyó la primera Comisión Vecinal Pro Autonomía, encabezada por el Dr. Ramón Ayala Torales, cuya labor fue difundida y sostenida a través del periódico “El Independiente”. A ésta le siguieron varias más y sendos proyectos que llegaron a las cámaras legislativas en 1918 y 1928, pero todas tropezaron ante la falta de voluntad política de las autoridades para encarar una solución satisfactoria al pedido puntaltense. Así las cosas y pese al reclamo mayoritario, se llegó a la década de 1930 sin lograr la autonomía política para la ciudad. En 1932 gracias al impulso de la Sociedad de Fomento Punta Alta se constituyó una nueva Comisión Vecinal Pro Autonomía Comunal, cuyo accionar se vio fortalecido por el Centro Juventud Autonomista que, con idéntica finalidad se formó poco tiempo después y que nucleaba a muchos jóvenes de Punta Alta. Con el apoyo de los medios locales La Nueva Comuna y El Regional, ambas entidades desplegaron una ímproba labor, la que lamentablemente no llegó a buen puerto.

“El Regional”, 5 de agosto de 1946, pág 3.

Juan Atilio Bramuglia

Sin embargo, las cosas cambiaron al partir de la asunción del gobierno surgido de la Revolución de Junio de 1943. Los aires de cambio se evidenciaron en el hecho que el propio Jefe de la Oficina Municipal de Punta Alta el teniente de fragata Emilio Xiberta, fue quien convocó en agosto de 1944 a los más destacados vecinos puntaltenses a fin de formar una nueva Comisión Pro Autonomía Comunal, contando con el apoyo del Jefe de la Base Naval Capitán de Navío Carlos Saravia.  Con la presidencia del Dr. Carlos Gericke, realizó gestiones ante las autoridades de la Base Naval y altos jefes de la Armada y preparó un extenso Memorial para ser elevado a la Intervención Federal de la Provincia de Buenos Aires, solicitando la creación del Partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales, con la ciudad de Punta Alta como cabecera. En el interín, en enero de 1945 fue nombrado interventor federal de la Provincia de Buenos Aires Juan Atilio Bramuglia. Nacido en Chascomús en 1903, fue abogado de la Unión Ferroviaria desde 1929, y su incorporación a la política nacional fue fruto de la coalición entre la nueva administración y los gremios, propiciada por el hombre fuerte del gobierno, coronel Juan D. Perón. Así se integran al elenco gubernamental destacados líderes sindicales, entre ellos Bramuglia. Este, desde la intervención provincial, se mostró interesado en el proyecto autonómico, lográndose de este modo, el apoyo político que necesitaba. Tal es así que, previa visita a Punta Alta, el 28 de marzo de 1945 se firmó el decreto que otorgaba la autonomía a Punta Alta, nombrándola cabecera del nuevo partido llamado Coronel de Marina Leonardo Rosales. El proceso culminó el 12 de mayo ese año, cuando Bramuglia puso en funciones de jefe comunal al Dr. Gustavo Gericke. Ese día hubo festejos en toda la ciudad

“El Regional”, 12 de mayo 1948, pág 1.

Juan Atilio Crucianelli Latanzi

El 12 de mayo de 1945, el matrimonio puntaltense formado por el obrero de la Base Naval Ernesto Crucianelli y su esposa, Elena Latanzi, tenía otro motivo para celebrar, además de la puesta en marcha de la autonomía comunal: les había nacido un hijo varón, al que impusieron el nombre de Juan Atilio, como homenaje a la fecha y al Dr. Bramuglia, quien sería su padrino.

El bautismo fue cubierto por el periódico de la ciudad El Regional, que en su edición del 5 de agosto de 1945 destacaba que la ceremonia había sido celebrada el sábado 3 de agosto a las 15.30 en la iglesia parroquial de la ciudad. El sacerdote que presidió el rito fue Luis Carlos Montero (autor de la letra del Himno a Punta Alta). La madrina fue Antonia Latanzi y, en representación del padrino Bramuglia que no pudo estar presente en la ciudad, estuvo presente el comisionado municipal Alberto Albanesi[1].

Dos años después, el niño Juan Atilio Crucianelli volvió a ser nota en el diario. En su primera plana recordó su cumpleaños con una fotografía del pequeño que luce, sonriente, una medalla de oro- Fue el regalo de bautismo de su padrino, que en ese momento era ministro de Relaciones Exteriores de Argentina[2].

Como se aprecia, el 12 de mayo de 1945 no fue una fecha más ni fue tratada como una simple efeméride. Caló tan hondo en el corazón puntaltense que un niño nacido en esa fecha recibió el nombre del gestor de la autonomía, e incluso fue designado padrino de bautismo. Esta simple noticia, perdida entre la vorágine de hechos que giran en torno a la fecha, es un indicativo de la algarabía y el orgullo de los sectores populares que impulsaron la resolución de funcionarios como Bramuglia, que supieron escuchar el anhelo de la población.

 

Por Lic. Gustavo Chalier.

Citas:

[1] El Regional, 5 de agosto de 1945, p. 3

[2] El Regional, 12 de mayo de 1948, p. 1

 

El niño de la Autonomía.

Un pensamiento en “El niño de la Autonomía.

  • mayo 11, 2020 a las 7:42 pm
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    Muy buena la historia, en mi caso cumplo los años , tambíen el día 12 de mayo, un abrazo y los felicito por todo el excelente trabajo que realizan, para mantener siempre latente el pasado y el presente de nuestra querida ciudad.-

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