Los antecedentes.

Desde su surgimiento espontáneo en 1898, como un asentamiento de obreros del Puerto Militar a la vera de las vías del ferrocarril, Punta Alta tuvo un crecimiento poblacional exponencial en la primera década de vida, pasando de los 790 habitantes iniciales a casi 10.000 en 1910.

Este crecimiento demográfico estuvo acompañado asimismo de una creciente actividad institucional, organizada por los mismos vecinos y que venía a suplir carencias básicas desde lo social, lo estructural o lo cultural.

Dentro de este último aspecto, las bibliotecas no fueron la excepción y muy pronto surgieron iniciativas tendientes a dotar a la localidad de un servicio público que facilitara el acceso a libros y publicaciones.

La preocupación por el acceso a los libros era de vieja data en la Argentina. Se recuerda la Ley Nº 419 del 23 de septiembre de 1870, propiciada por Domingo Faustino Sarmiento, y que dio origen a la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares, con el fin de fomentar la creación y el desarrollo de estas instituciones, constituidas por asociaciones de particulares, con la finalidad de difundir el libro. Esta Comisión fue cerrada en 1876 por falta de fondos y reabierta en 1908. Pero fue Hipólito Yrigoyen quien, en 1919, dictó un decreto que le dio atribuciones y facultades.

En este marco legal se desarrollan las primeras bibliotecas de la ciudad. Sin tener la certeza de haber sido la primera existente, se menciona que ya en 1914 existía una biblioteca en el Centro Socialista de la ciudad. El 5 de enero de 1919 se inauguró la biblioteca de la Asociación Empleados de Comercio, sita en su local social de Roca al 500; por ese entonces quedó constituida la biblioteca de la sociedad Pro Educación Industrial; en enero de 1922 hizo lo propio el club Recreativo Unión del Sud, en su salón de calle Luiggi.

Al año siguiente y también en enero, quedó inaugurada la Biblioteca Almirante Brown, del Arsenal Naval y en julio de 1925 se constituyó la Biblioteca Carlos Marx, que era la única que facilitaba libros a domicilio. En efecto, la mayoría de las bibliotecas nombradas atendían al público en horarios restringidos (generalmente de 20 a 22) y su material era para ser leído en el local.

El 1º de abril de 1930 se desarrolló la asamblea que nombró la Comisión provisoria pro Biblioteca Popular Juan Bautista Alberdi, el primer antecedente de la actual Asociación y Biblioteca. Sus integrantes eran miembros de la Juventud Conservadora.

Su presidente era Aarón Prut, secretario: Benito García; Tesorero: Francisco Balbín y Vocales: José Bruno y Elías Farber.

Frente de la primera sede de la Biblioteca, Rivadavia Nº 264-68, 1939.

Pese a haber desarrollado una intensa labor para reunir fondos y apoyos institucionales y haber logrado alquilar un local y tener una masa de 270 socios, lo cierto que por motivos desconocidos, el impulso inicial pronto desapareció. La comisión directiva dejó de reunirse y para septiembre su local permaneció cerrado.

El periódico El Regional en tanto, bregaba por la constitución de un espacio de difusión cultural que Punta Alta necesitaba, uniendo el material bibliográfico de las tres bibliotecas existentes en ese entonces en la ciudad:

“La biblioteca Socialista, ya por el año 1914 contaba con un surtido apreciable de libros; la de la Sociedad Industrial que también ostenta una infinidad de ejemplares de la mayor variedad; y últimamente la biblioteca de reciente data que un grupo de hombres de buena voluntad (…) Los volúmenes de estas tres bibliotecas que sirven hoy por hoy los anhelos de sus exclusivos asociados, podrían ampliar sus beneficios si se expusieran en un único salón público. (…) un núcleo de socios que se aproximara a 500 a razón de $1 mensuales per cápita, bastaría para alquilar un buen salón e ir dotándolo paulatinamente de mesas y asientos para los lectores” (El Regional, 31 de agosto de 1930)

Fachada de la Biblioteca Popular J.B. Alberdi en la década de 1980.

Luego de meses de inactividad, finalmente la comisión se volvió a reunir, con nuevos integrantes y pareció retomar su actividad, con recaudación de fondos, entrevistas con el comisionado municipal, etc. Pero lo cierto es que durante todo 1931 la actividad de la Biblioteca Popular J. B. Alberdi, fue escasa, por lo que se estima que nuevamente cayó en la situación precedente.

En una nota de La Nueva Comuna de marzo de 1931, se expresa:

Humberto Flores Fernández

“Hace más o menos un año que un grupo de animosos jóvenes fundó una biblioteca a la que denominaron Juan Bautista Alberdi (…) Esta biblioteca permaneció poco menos que ignorada, porque los deportes y otras bagatelas absorbieron la atención de la juventud…”  (La Nueva Comuna, 3 de marzo de 1931).

En el interin, se creó la Biblioteca de la Escuela 99 (junio de 1931). Y a mediados de 1932 apareció en El Regional una nota firmada por el maestro normal Humberto Flores Fernández, que expuso la situación de Punta Alta respecto al acervo bibliográfico con que contaba:

“¿Cuántas bibliotecas públicas tenemos en esta localidad, ya una ciudad de casi catorce mil habitantes? Veamos:

La de la Escuela Industrial y la Carlos Marx de los socialistas.

Y una tercera, digna del más destacado elogio: la Biblioteca Infantil de la Escuela nacional Nº 99. ¡Hubo otra que se fundió!” (El Regional, 30 de junio de 1932).

Recorte de La Nueva Comuna del 13 de junio de1933, p.1, con la noticia de la inauguración de la Biblioteca J. B. Alberdi.

La Biblioteca Popular J.B. Alberdi de Punta Alta.

Fue el mismo Flores Fernández quien impulsó la creación de una biblioteca popular más grande y que brindara a los lectores comodidades y horarios amplios de atención. Se obtuvieron informes pertinentes ante la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares y se consultó a personas y entidades que dieron su apoyo a la iniciativa.

Finalmente, la ímproba labor de Flores Fernández dio sus frutos y el 19 de febrero de 1933 tuvo lugar la asamblea constitutiva de la nueva entidad, en la sede de la Sociedad de Fomento de Punta Alta. El cónclave fue presidido en forma transitoria por Flores Fernández y actuó como secretario Eduardo Vázquez. En esta reunión quedó constituida la Comisión fundadora de la Biblioteca Popular.

Presidente Honorario: el Jefe de la Base Naval, Vicealmirante Abel Renard.

Presidente: Dr. Juan Carlos Aguirre.

Vice: Dr. Samuel Mijanovich.

Secretario: José Humberto Flores Fernández.

Pro: Eduardo Vázquez.

Tesorero: Jacinto Castilla.

Pro: Benito Marcalain.

Vocales: María Luisa de Franzoni, Juan Coronel, Andrés López Camelo, Armando Gattamorta, Carlos Franzoni.

Vocales suplentes: Carlos Vázquez, Natalia Viviani.

Comisión revisora de cuentas: Enrique Donato, León Silvering.

Suplentes: Dosindo Guerra, Antonio Mut.

Dr. Juan Carlos Aguirre.

Esta comisión funcionaría por seis meses, tratando de inaugurar la biblioteca en ese plazo (Libro de Actas Nº1, Acta Nº 1, 19 de febrero de 1933).

En la reunión del 22 de febrero de 1933 tuvo lugar la elección del nombre de la biblioteca. Se presentaron dos mociones: Juan Bautista Alberdi y Manuel Belgrano, siendo aprobado el primero (Libro de Actas Nº1, Acta Nº 2, 22 de febrero de 1933).

Asimismo, se nombró una subcomisión integrada por Flores Fernández, Samuel Mijanovich y Eduardo Vázquez para la elaboración de un Estatuto General y Reglamento Interno.

También el presidente y vice conformaron una delegación con el fin de entrevistarse con el Jefe de la Primera Región Naval. Al mismo tiempo, se solicitaba el apoyo de las autoridades comunales, instituciones y la prensa locales.

Dr. Samuel Mijanovich.

El crecimiento.

La adhesión de los puntaltenses fue notable. El 17 de marzo, la Biblioteca contaba ya con 150 socios, que una semana después se trasformaron en 200. Al mismo tiempo, se realizaban bailes, kermeses para recaudar fondos y se recibían libros en donación por parte del vecindario.

La primera sede fue un local de Rivadavia 250, alquilado al efecto y al cual se lo amobló con estanterías y muebles acordes a su función. La inauguración fue el domingo 11 de junio de 1933, es decir, apenas cinco meses después de constituida la Asociación. Estuvieron presentes el intendente de Bahía Blanca, Agustín de Arrieta, autoridades navales y de instituciones locales, además de numerosas maestras. Las comodidades del local eran las siguientes, según consignaba la prensa:

“Cuenta con un amplio salón de lectura…Dos regios armarios con capacidad para más de 3.000 volúmenes, colocados uno frente a otro, encierran por el momento de 1.000 a 1.200 libros producto de donaciones locales y de las primeras compras efectuadas, dichos textos… clasificados por materias y ordenados numéricamente, para lo cual se han confeccionado dos índices, uno de los títulos de obras y otro de nombres de autores. Una amplia mesa de lectura, con sus sillas correspondientes, colocadas entre los referidos armarios…Al fondo del salón está ubicado el escritorio del bibliotecario” (El Regional, 15 de junio de 1933).

La comisión provisoria luego de haber cumplido su cometido de abrir la Bibliotecas en un plazo de 6 meses convoca a asamblea para dar cuenta de la labor y proceder a una nueva comisión.

En la asamblea del 2 de julio de 1933 fueron aprobados la memoria y balance y los estatutos. Y se procedió a la elección de una nueva comisión.

Presidente: Dr. Samuel Mijanovich.

Pro Presidente: Benito Marcalain.

Secretario: H. Flores Fernández.

Pro Secretario: Alejandro Pippig.

Tesorero: Enrique Donato.

Pro Tesorero: Carlos Franzoni.

Vocales: Dr. Juan C Aguirre, Dr. León Silbering y Armando Gattamorta.

Suplentes: Enrique Banco, A. F. López Camelo.

Síndico titular: José Mussini.

Suplente: Pedro Lerchundi.  (Libro de Actas Nº1, Acta Nº 22, 2 de julio de 1933).

Cobertura sobre los festejos del cuarto aniversario de la Asociación J. B. Alberdi, llevados a cabo en el Richmond Hotel de la ciudad. En la foto se observan algunos miembros de la Comisión directiva y de la Comisión de Damas. La Nueva Comuna, 23-febrero de 1937.

Para fines de 1933, la Biblioteca ya contaba con 400 socios, lo que habla de su arraigo en la población (El Regional, 31 de diciembre de 1933).

El 2 de noviembre de 1934 la Asociación Juan Bautista Alberdi obtuvo su personería jurídica.

La Comisión Directiva nombró a una subcomisión femenina para darle impulso y propaganda a la entidad.

Presidenta: Sta. María del C Montero.

Vicepresidenta: Sra. María Luisa Tonelli de Peña.

Secretaria: Sta. Ventura Ortube.

Prosecretaria: Sta. Delia Piche.

Tesorera: Sra. Raquel B. de Amado.

Protesorera: Sra. Rosa A. de Mariuzzo.

Vocales: Sras. Peregrina C. de Flores Fernández, Aminta N. de González, Rosa de Sancho, María L. de Zonco, Josefa G. de Torrontegui y Sta. Angela Sanchez, María Merino, René Bergamini, Rosa Gilman, Carmen Casanova, Marí J. Cortina, Victoria Garayzar, Marcela Andró y Olga Bonamuzza. (La Nueva Comuna 26 de marzo de 1935)

Dr. Francisco Parera.

El Edificio.

En 1938, el crecimiento institucional provocó que se pensara en dotar a la institución de local propio, para ello era necesario comprar un terreno donde se pueda levantarlo. Se resolvió crear un fondo destinado a ello y depositar mensualmente la suma de $ 25 (La Nueva Comuna, 29 de abril de 1938).

Para 1943, los 4000 volúmenes de la Biblioteca colmaron la capacidad del local, por lo que urge el traslado o la construcción de uno más amplio (El Regional, 11 de mayo de 1943).

El impulso mayor vino en 1947 de una iniciativa del Diputado Provincial Dr. Francisco Parera. Este era un abogado puntaltense que fue electo por el Partido Laborista, (que posteriormente conformaría el Partido Peronista), y que fue presidente de la Biblioteca durante el período 1942-1943. Parera hizo incluir en el presupuesto de la provincia $ 100.000 destinado al futuro edificio de la Biblioteca Popular de Punta Alta. En efecto, dentro de las partidas para edificios públicos consiguió que la Comisión Especial de Trabajos Públicos incluya en el plan de trabajo $ 100.000 para un edificio de la Biblioteca Juan Bautista Alberdi (El Regional, 22 de marzo de 1947).

Se iniciaron los trámites para levantar el edificio social, esperando aprobación en la Dirección de Arquitectura de la Provincia de Buenos Aires.

A fines de 1951 se llamó a licitación para la obra de la Sala de lectura y cerco de la Biblioteca, con un presupuesto $49.974, contemplado en el Plan Trienal del gobierno bonaerense.  (El Regional, 28 de noviembre de 1951).

Arq. Dante Patrignani.

Sin embargo, los trabajos prosiguieron lentamente, y la recaudación de fondos se hacía a través de bailes, kermeses o subsidios estatales. El diario La Voz expresaba en 1955:

“Avanzan los trabajos del edificio propio de la Biblioteca. La empresa Girardi y Cía. realizará los trabajos de hormigonado. Se agradece al arquitecto Dante Patrignani por los servicios prestados. Tendrá a cargo la dirección general de la obra, cuyo comienzo de realización ya constituye una realidad en marcha” (La Voz, 15 de septiembre de 1955).

Lentamente, durante los 15 años siguientes, se lograron empréstitos y subsidios para el avance de la obra.

En una nota de 1969, La Nueva Comuna expresaba:  

“En estos momentos el imponente edificio que se levanta en calle Rivadavia nº 365 correspondiente a la Biblioteca J B Alberdi es sin duda alguno, uno de los más importantes como biblioteca popular con que cuenta la provincia de Bs As.

Comisión Directiva en la sala de lectura, década de 1930.

El gobierno de la provincia ha otorgado un subsidio de 8 millones de pesos, la biblioteca cuenta actualmente con una comisión de jóvenes vigorosos y activos, pertenecientes al INTERAC, que han realizado una intensa campaña para obtener la suscripción de socios…la biblioteca según los cálculos técnicos necesita 10 millones de pesos para dejarla habilitada, contando ya con los 8 millones otorgados por el gobierno de la provincia… estas valiosas contribuciones será factible dejar listo el edificio en su 1º etapa, que  comprende hall de entrada, secretaría, despacho del presidente  y directorio, sala de libros, 2º sala de libros amplia, sala de lectura general de 12 m largo por 7 m de ancho, sala de lectura infantil, habilitación de todas las obras sanitarias, calefacción de todas las dependencia, contando con una iluminación especial, piso de parquet en sala de lectura y granito en los demás, terminación definitiva del frente del edificio con aberturas de aluminio y parábolas también  de aluminio……se cree que será posible habilitar el nuevo edificio en el mes de marzo del año próximo, con lo invertido hasta la fecha la biblioteca tiene un valor superior de los 55 millones de pesos. Dentro de 60 días aproximadamente quedarán colocados los pisos formándose más tarde comisiones que mostrarán el edificio…” (La Nueva Comuna, 5 de diciembre de 1969).

Sala de lectura de la Biblioteca, 1941.

Finalmente, el nuevo edificio fue habilitado en marzo de 1970 y el acontecimiento fue ampliamente cubierto por la prensa local.

“Aunque oficialmente no se ha inaugurado el nuevo edificio…los directivos de la biblioteca, haciéndose eco de las necesidades del estudiantado de la ciudad, procedieron a la habilitación de sus salones… Cuenta con 15000 volúmenes, una sala de lectura, un salón de actos con capacidad para 500 butacas y un local que en el futuro será utilizado para museo, solventando de esta manera todas las necesidades de los estudiantes de nuestro medio. La próxima inauguración de la Biblioteca Alberdi ha de marcar para nuestra ciudad un adelanto más para su constante progreso, se podría considerar que la próxima inauguración del nuevo edificio determinará el punto final para una de las obras más viejas que la comunidad ha emprendido. Fue comenzada aproximadamente para 1955, y desde ese entonces hasta ahora siempre contó con el apoyo de toda la comunidad, siendo los gastos solventados únicamente con algunos subsidios otorgados por los gobiernos y uno de 8 millones de pesos que le fue entregado para su finalización, aproximadamente para fines del año pasado.  A través de 15 años se vino trabajando en la construcción del edificio, con fuerza de voluntad y los ojos puestos en el futuro…” (La Noticia 12 de abril de 1970).

Momento en que el padre Francisco del Brío bendice las instalaciones del nuevo edificio de la Asociación J. B. Alberdi. En la imagen se pude ver al Comisionado Municipal Dr. José Casas, al Presidente de la Asociación, Enrique Donato y autoridades civiles y militares. Gaceta Marinera, 16 de octubre de 1970.

Como puede apreciarse, la Asociación pretendía algo más que un simple espacio de guardado y lectura de libros y revistas: quería dotar a la ciudad de un Centro Cultural, un espacio que fuera susceptible a albergar diversas manifestaciones culturales. Si bien el museo no llegó a instalarse, años después la biblioteca contó con una sala de espectáculos, como se verá más adelante.

La inauguración oficial tuvo lugar el 10 de octubre de 1970, aunque con carácter parcial, ya que para completar la totalidad del edificio restaban completar las instalaciones de la planta alta.

“La inauguración que hoy se lleva a cabo comprende la parte totalmente terminada, o sea la planta baja, donde se encuentran instaladas sala de lectura, sala de entrega de libros, depósito de libros, sala de estudios totalmente equipadas con sillones, sala de artes, sala de reuniones de la comisión directiva, secretaría y office. La entrada se hace por un amplio hall y todos los ambientes cuentan con adecuado sistema de calefacción, estando conectados por un moderno sistema de intercomunicadores. En lo que respecta a la otra planta, que ya tiene colocadas las instalaciones complementarias restando completar trabajos varios y de complementación, constará de hall, salón para museo histórico regional en todo el frente; salón de actos con capacidad para 500 butacas con escenario, camarines y cabina de proyección y una sala para exposiciones de pinturas, fotografías, esculturas y otras manifestaciones artísticas. La comisión que tiene en estos momentos la satisfacción de efectuar la inauguración es presidida por el señor Enrique Donato, siendo secundado por los restantes cargos por Pedro González Blanco, como vicepresidente; Hugo Saulnier, secretario; Francisco Torrontegui, pro secretario; Raúl P Sandoval, tesorero; Mario A Vitale, protesorero y Mario Pierini, Felipe De Celis, Horacio Obiol y Antonio Bermejo, en calidad de vocales” (La Nueva Provincia, 10 de octubre de 1970).

Interior del Auditorio, 1998.

La ceremonia central contó con la asistencia del Comisionado Municipal Dr. José Gabriel Casas; los Secretarios de Gobierno y Técnico, señores Blas Torrente y Marcelo Cristófoli, respectivamente; el profesor Mario Teobaldelli, y el inspector José Costa, en representación de la Biblioteca Rivadavia de Bahía Blanca; el juez de paz del distrito, señor Roberto Ferrandi; el jefe de la Base de Infantería Baterías, Capitán de Navío I M Héctor Leroy: los Capitanes de Fragata Pedro Cruz Aguirre, Norberto Migliavaca y Rolando Morgavi, por el Comando de la BNPB, directivos, asociados y numerosas damas.

Iniciando la programación, el presidente de la Asociación Juan B. Alberdi, señor Enrique Donato juntamente con el Intendente Casas, procedieron al izamiento del pabellón instalado en el recinto de la biblioteca homónima, ejecutándose a continuación el Himno Nacional.

El presbítero Francisco Del Brío tuvo a su cargo la bendición de las distintas dependencias, y a continuación el señor Donato pronunció un discurso (La Nueva Provincia, 13 de octubre de 1970).

El Presidente de la Asociación J. B. Alberdi, Francisco Torrontegui durante el acto de inauguración del auditorio de la Biblioteca Alberdi, 1998.

En cuanto al teatro proyectado, la sala de espectáculos fue inaugurada el 13 de noviembre de 1998. Para la construcción recibió un subsidio de 30 mil pesos de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares y el apoyo de la Cooperativa Eléctrica. Consta de un salón de 10 x 30 m con capacidad para 200 personas. Su piso es de un entarimado de madera especial sobre el que se colocaron butacas con una elevación de medio metro entre la primera fila y última, a fin de facilitar la visualización. El escenario fue realizado con el asesoramiento del personal del Teatro Municipal de Bahía Blanca y el salón contó con la asistencia técnica desinteresada de los arquitectos Stella Cantarelli e Ignacio Torrontegui.

El acto inaugural se inició con las palabras del Presidente de la Asociación J. B. Alberdi, Francisco Torrontegui, El corte de cintas estuvo a cargo de Amalia Muradás de Donato (escritora y esposa de uno de los fundadores y presidente de la Asociación J.B. Alberdi), acompañada del Capitán de Navío Tomás Aquiles Reydó (segundo jefe de la Base Naval Puerto Belgrano), Alicia Amiot, Directoira de Cultura de Cnel. Rosales y el propio Francisco Torreontegui. El Intendente Municipal Jorge Izarra hizo entre de una plaqueta recordatoria al Presidente de la Asociación, por su contribución al quehacer cultural de la ciudad.

El acto finalizó con la actuación del Coral Punta Alta dirigido por el maestro Carmelo Fioritti y el conjunto de cuerdas y clarinete de la Orquesta Sinfónica Provincial de Bahía Blanca (La Nueva Provincia, 15 de noviembre de 1998).

Foto aérea donde puede apreciarse la magnitud del edificio de la Biblioteca, 1974.

La Asociación Juan Bautista Alberdi y la comunidad.

La labor de la Asociación Juan Bautista Alberdi de Punta Alta siempre tendió a ofrecer a la ciudad actividades culturales de variada índole. Así lo pone de manifiesto las conferencias, conciertos y muestras desarrollados en sus instalaciones desde los comienzos mismos de la entidad.

Además colaboró, en la medida de sus posibilidades, en aquellas obras que dotaran a Punta Alta de obras que cimentaran su identidad.  Fruto de una iniciativa generada en el seno de la Asociación, en conjunto con la Sociedad Pro Educación Industrial, fue la creación un busto de bronce al Gral. Manuel Belgrano para colocar en la plaza del mismo nombre (La Nueva Comuna, 6 de junio de 1934) Este busto, que estuvo colocado por años en un pedestal de granito negro, ahora se ubica en una de las caras del monumento central de la Plaza Belgrano.

A continuación, adjuntamos un listado de los presidentes de la Asociación Juan Bautista Alberdi.

1933-1935  Samuel Mijanovich

1936                Benito Marcalain

1937                 León Silbering

1938                José H. Flores Fernández

1939                Enrique A. Donato

1940                Samuel Mijanovich

1941                José H. Flores Fernández

1942-1943  Francisco Parera

1944-1949  León Silbering

1950                Benito Marcalain

1951-1953  Enrique A. Donato

1954                León Silbering

1955                Samuel Mijanovich

1956                Raimundo Stell

1957-1958  Gilberto Bilbao

1959-1960  Benito Marcalain

1960-1976  Enrique A. Donato

1977-1978  Francisco Torrontegui

1979-1982  José B. Villanueva

1983-1988  Horacio M. Villanueva

1989-1990  José B. Villanueva

1991-2000  Francisco Torrontegui

2001-2011  Elda F. Sandrini

2011-2013  Raul Montivero

2013-2015  Carlos Vázquez

2016                Héctor Correa

2017-2018  Hernán Del Puerto

2019-2020  Patricia Zangla

2021-              Pablo S.  Scarpaci

Conclusión.

A lo largo de estos noventa años de vida, la Asociación Cultural Juan Bautista Alberdi de Punta Alta ha logrado insertarse firmemente en la comunidad, merced a su incesante labor en pro de la cultura local. En efecto, si bien su cara visible y preponderante es su Biblioteca, lo cierto es que siempre, funcionó y funciona, como un verdadero Centro Cultural. Sus instalaciones han acogido un sinnúmero de variadas manifestaciones culturales de la más variada índole: conferencias, obras teatrales, cursos, conciertos, exposiciones de arte plástico, muestras variadas, presentaciones de libros, jornadas académicas, etc.

Además, a lo largo de los años supo reinventarse, sobre todo en las últimas décadas, cuando la irrupción de lo digital puso un punto de crisis en las bibliotecas del mundo. Sin dejar de lado el querido libro en papel, la Biblioteca en estos años ofrece servicios informáticos a sus socios, por lo que las modernas tecnologías conviven con las tradicionales, en una convivencia enriquecedora. 

Toda esta labor desarrollada en las nueve décadas anteriores y la capacidad que demostró la institución para reinventarse conforme a los requerimientos de los nuevos tiempos, auguran a la Asociación y a la Biblioteca Juan Bautista Alberdi un futuro pleno de trabajo en pro de la difusión y el sostenimiento de la cultura de Coronel Rosales.

Por Lic. Gustavo Chalier.

Fuentes

  • El Temple, 1981.
  • Gaceta Marinera, 1970.
  • La Noticia, 1969-1970.
  • La Nueva Comuna, 1930-1970.
  • La Nueva Provincia, 1933-1998.
  • La Vidriera, 1998.
  • Libro de Actas Nº 1 Asociación Juan Bautista Alberdi, 1933.
  • Nueva Época, 1916-1925.
  • Revista Reporte, 1974.

Biblioteca Popular Juan Bautista Alberdi de Punta Alta. 90º Aniversario.

6 pensamientos en “Biblioteca Popular Juan Bautista Alberdi de Punta Alta. 90º Aniversario.

  • febrero 17, 2023 a las 11:24 pm
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    Concurri un par de años a la biblioteca, mi madre quiso que aprendiera a leer bien y escribir sin faltas de ortografía. Iba de tarde no recuerdo cuántos días a la semana. Me hizo muy bien para mi formación educativa, en Derecho es clave escribir bien y sin errores. Mi eterno agradecimiento. Ricardo Guillermo Frisco.

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  • febrero 18, 2023 a las 12:19 am
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    Interesante historia, de chica (~1970) iba a la biblioteca a acompañar a mi mamá y, mientras ella buscaba la información que necesitaba, yo leía uno de los ejemplares de la revista Patoruzú que estaban sobre las mesas de lectura.

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  • febrero 18, 2023 a las 2:12 am
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    Mi padre , Mario Adolfo Vitali, fue tesorero durante la presidencia de Donato y mi madre donó el busto de Alberdi que se halla en la biblioteca.

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  • febrero 18, 2023 a las 6:15 am
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    Mi padre, José Benito Villanueva , tuvo un autentico orgullo de haber servido como Presidente de la Institución desde 1979 al 1990.
    Participó intensamente en el desarrollo inicial del nuevo edificio y trabajó en una modalidad creativa de levantar fondos como fueron Kermeses con juegos de azar y apuestas, como barajas, dados, ruletas que se ofrecían anualmente detrás de Yrigoyen y Colón …!!!

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    • abril 28, 2023 a las 2:13 am
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      Mi abuelo, Jose Benito Villanueva, me llevo a concoer la biblioteca cuando lo fui a visitar. Estaba muy orgulloso de todo y fue un placer compartirlo con el!

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  • febrero 19, 2024 a las 12:24 pm
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    Hermosa nota y muy orgullosa de ver a mi bisabuelo, abuelo y mi papá en la historia de la Biblioteca.. tan querida por toda la flia

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