Brindar un servicio a la comunidad en forma voluntaria, con abnegación, sacrificio y arriesgando su vida por el prójimo, son las premisas motoras de la Asociación Bomberos Voluntarios de Punta Alta. Y un ejemplo de ello fue Néstor Osvaldo Siracusa, ex integrante de la dotación.

Nació el 14 de enero de 1965, en Puerto Belgrano, siendo hijo de Cayetano Siracusa y Nélida Belloso. Se casó con Gabriela Ganero, con quien tuvo dos hijas.

Empleado de la Central Termoeléctrica de Bahía Blanca, ingresó al Cuerpo Activo de la Asociación el 19 de enero de 1985, al haber rendido satisfactoriamente el período de prueba. Debido a su gran esfuerzo dentro de la institución, el 2 de junio de 1988 ascendió al grado de Ayudante.

En trágica tarde del 14 de mayo de 1989, ocurrió un accidente de tránsito en el camino a Arroyo Pareja. Una dotación de tres hombres se dirigió al lugar del siniestro. Al llegar allí se comenzó con la extinción del fuego y el intento de salvar a los tres ocupantes del auto en llamas. Fue en ese momento cuando el Ayudante Siracusa recibió una descarga eléctrica que provocó su deceso en forma instantánea.

En el mismo lugar de su fallecimiento, sus compañeros erigieron un monolito que perpetúa su memoria y su labor, llevada a cabo dentro del Cuerpo de Bomberos, como símbolo de solidaridad y entrega absoluta de su vida por la de los demás.

Fuente:

*Asociación Bomberos Voluntarios: legajo de Néstor Siracusa