Hijo de inmigrantes provenientes de Boñar, Castilla la Vieja, nació en Bahía Blanca el 27 de julio de 1889. Por el año 1918 adquirió la firma del señor Louge, dedicado a la consignación de artículos como lanas, cueros, cerdas y pieles.

Atraído por el litoral atlántico y la actividad agropecuaria en la década de 1930, se retiró de la firma comercial, que quedó a cargo de sus hermanos Modesto y Prudencio. Avelino junto a su familia partían todos los veranos desde su estancia “El Palomar”, adquirida años antes, hacia Pehuen Co, conocido con el nombre de la playa o la costa.

En 1936 cristalizó la idea de crear un balneario inspirándose en un paraje de la costa atlántica francesa llamado Las Landas, constituido por un inmenso arenal forestado con pinos. A partir de allí la fijación de las dunas se encaró sistemáticamente, sucediéndole la plantación de pinos y eucaliptos, que se regaban con un carro aguatero.

Con todos los progresos logrados, había llegado el momento de darle un nombre al balneario. Se decidió utilizar el idioma araucano en conmemoración a los antiguos habitantes del lugar. A través de una votación familiar se eligió Pehuen que significa araucaria y Co que significa agua.

Finalmente, el 18 de diciembre de 1948 a través de un decreto provincial se estableció su creación, con los planos presentados y el nombre propuesto. Cuatro años más tarde, el 3 de julio de 1952, Don Avelino fallece, siendo depositadas sus cenizas al pie de un pino ubicado en uno de los tantos médanos fijados gracias a su trabajo.

Por su esfuerzo adquirió el título de fundador de la villa balnearia y por ello los miembros de la Sociedad de Fomento de Pehuen Co en el primer aniversario de su muerte decidieron rendirle homenaje en el que se perpetuara el nombre y la memoria del mismo.

Fuente:

* Tomado y modificado de González Martínez Horacio ” El bosque junto al mar”. Edit. Harri y Cia. Bahía Blanca. 1996.