Al cumplirse el 75 aniversario de la creación de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos de Punta Alta, se gesta la idea de rendir homenaje por parte de los residentes italianos a su país de origen. Ello se plasmó con el legendario monumento a la Loba, símbolo de la fundación de Roma, cuya leyenda dice:

“En el Lacio, el país de los latinos, había varias ciudades y una de las más antiguas era Alba-Longa, fundada por el troyano Julus, llegado al Lacio con su padre Eneas. Reinaba allí, en el siglo VII a. C., un rey llamado Numitor, hombre apacible y bueno, su hermano menor Amulio, cruel y ambicioso, expulsó a aquel rey del trono y mandó a su hija al servicio de la diosa Vesta, protectora de la familia y del hogar, para impedir que Numitor pudiera tener herederos. Pero Marte, dios de la guerra, se enamoró de la encantadora princesa y de su unión nacieron dos gemelos, Rómulo y Remo. Asustado el cruel Amulio, ordenó que los arrojaran al Tíber, pero el servidor del rey, más piadoso que su señor, depositó a los niños en una cesta y los confió a las aguas del río. La cesta se detuvo en una orilla y el dios Marte se apiadó de sus hijos y mandó a uno de los animales que le estaban consagrados que presentara auxilio de los niños: una loba sedienta vino a beber a la orilla del río y los alimentó con su leche. Un pastor que descubrió a los dos niños, los llevó a su casa y cuidó de ellos. Los pequeños crecieron en un ambiente sano junto a los hijos de los pastores y se fortalecieron luchando con las fieras y los bandidos. Un día Numitor los encontró y por las preguntas que hizo al pastor acerca de ellos intuyó que se trataba de sus nietos. Numitor les reveló todo el daño causado por Amulio; entonces Rómulo y Remo reunieron una tropa de pastores que se apoderaron del usurpador, le dieron muerte y luego devolvieron el trono a su abuelo. Ellos se instalaron en una colina, cerca del lugar donde fueron alimentados por la loba y la rodearon con un muro de piedra. Así cuenta la leyenda de los comienzos de la ciudad de Roma”. Carl Grimberg: Historia Universal: Roma, poderosa y legendaria”. Tomo 7. Edit. Abril 1986.

Por medio de la ordenanza municipal N° 1.634, se designó con el nombre “Plazoleta República de Italia” al espacio verde ubicado en la calle Avellaneda entre 9 de Julio y San Martín, autorizando además el emplazamiento del monumento a construir.

La ejecución del proyecto estuvo a cargo del Director de Obras Públicas, arquitecto Ignacio Torrontegui. Las obras se iniciaron el 21 de agosto de 1986, consistente en la representación de las siete colinas romanas con un muro perimetral formado por siete vértices y en el centro la loba con Rómulo y Remo. Ésta fue fundida en bronce en los Talleres Generales de la Base Naval, demandando 450 kilogramos de dicho metal. El monumento se completa con la ubicación de tres mástiles portantes de la bandera argentina en el medio y en los laterales sendas banderas italianas.

La inauguración fue realizada el 29 de noviembre de 1986, en un cálido homenaje en el que se hicieron presentes el Intendente Municipal, arquitecto Gustavo Montero, autoridades del Concejo Deliberante, el Cónsul General de Italia con sede en Bahía Blanca, doctor Fulvio Tulli y el Presidente de la Sociedad Italiana local Salvador Beninati, entre otros.

Fuente:

*Material aportado por el señor Borguero, integrante de la Sociedad Italiana.

*Boletín Municipal. Año II. N° 9. Período 30/ 6/86 – 31/8/86.

*Boletín Municipal. Año II. N° 11. Período 1/12/86 – 28/2/87.