Le cupo a un grupo de residentes de otras provincias la iniciativa de llevar a cabo la construcción de un monumento que rindiera homenaje a la ciudad de Punta Alta, por ser quien cobijó a miles de personas que, por diferentes circunstancias, tuvieron que abandonar sus provincias nativas e instalarse aquí, en donde a través de los años fueron forjando la característica identidad rosaleña.

Para tal fin procedió a constituirse una Comisión Pro-monumento de las Provincias Argentinas integrada entre otros por Julio Montenegro como presidente y Néstor Chazarreta como vicepresidente.

Luego de varias gestiones, lograron obtener a través de la ordenanza Nº 1720 del 15 de mayo de 1987, el lugar destinado para su construcción, que sería el bulevar de la calle Avellaneda, siendo el 25 de mayo de 1987 el día de la colocación de la piedra fundamental. El acto consistió en la firma de un diploma donde constan los nombres de las autoridades comunales de ese momento y de la comisión que hizo posible ese proyecto. Éste fue colocado en una urna junto con tierra de las distintas provincias, que en la actualidad se encuentran depositados en el corazón del monumento.

Posterior a esto comenzaron a realizar gestiones para recaudar los fondos, lanzando para ello un bono contribución, organizando bailes, realizando donaciones y pedidos de colaboración a cada una de las gobernaciones provinciales para cumplir con el cometido.

La ejecución de ésta, si bien contó con la colaboración de todos los residentes, fue encomendada al maestro mayor de obra Hipólito Balmaceda. Los escudos, realizados por el artesano Victorio Luis Correa, representan a todas las provincias del país con sus respectivas fechas de fundación. La inclinación de los cuatro muros simboliza la unión de todos los provincianos, hasta llegar a la cima, donde se encuentra la base del mástil principal, en cuyo frente se emplaza el escudo nacional; a la derecha el escudo de la Base Naval, a la izquierda el contorno de la República Argentina sostenida por dos manos, símbolo de unión y fuerza, y en la otra cara, el escudo de Punta Alta.

La inauguración del monumento se llevó a cabo el 22 de noviembre de 1987, contando con la presencia del Secretario Privado del Intendente Montero, Eduardo Odasso, en reemplazo de aquel, autoridades navales, educativas, público en general e incluso representantes de las diferentes provincias quienes, junto a los residentes, procedieron al descubrimiento de los respectivos escudos. Posterior al izado del pabellón, la banda de música de la Base Naval interpretó el Himno Nacional, mientras que la bendición del monumento estuvo a cargo del padre Francisco del Brío, concluyendo el acto con el baile del Pericón Nacional realizado por todas las peñas de Punta Alta.

Fuente:

*Vivencias Nº 6- junio 1987

*Indice del Sur Nº 35- 20 de diciembre de 1997

*Archivo de Chazarreta Néstor