El sistema constructivo de cajones de hormigón armado fue empleado para edificar el Puerto Comercial de Arroyo Pareja a partir de 1912. Los cajones servían como fundación para asentar la futura infraestructura portuaria y ganar terreno al mar. Eran huecos y medían treinta metros de largo por quince de alto. Se construían en tierra en el sector del varadero del Arroyo Pareja. Se realizaba allí una estructura de madera que hacía las veces de encofrado o molde, donde posteriormente se incorporaba las mallas de hierro y se volcaba el hormigón (fotos superiores). Luego de un periodo de fragüe, se los botaba (fotos inferiores) y se los transportaba por el arroyo con remolcadores hasta el lugar de su ubicación definitiva. Una vez allí, eran rellenados con hormigón plástico en su parte exterior (para evitar el ataque sulfuroso del agua marina), y se completaban con arena proveniente del dragado, para que se asentaran en el fondo. Sobre estos cajones se construyó la parte emergente de los muros de atraque. Este procedimiento tenía la ventaja de ahorrar tiempo en la construcción, pero las maniobras de remolque y colocación de los cajones eran delicadas y propiciaban accidentes ante el menor descuido. Estos trabajos estuvieron a cargo de José Pizzolato, capataz de obra, bajo la supervisión técnica del ingeniero Abel J. Pagnard. Este método fue utilizado anteriormente en nuestras aguas en 1908, cuando la constructora Hersent et Frères (una de las más importantes del mundo), comenzó las ampliaciones del Muelle C de la Base Naval Puerto Belgrano, aunque en mucho menor escala que en Arroyo Pareja.

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