Desde los orígenes de Punta Alta se formó la calle que se dirige directamente a la estación ferroviaria del británico Ferrocarril del Sud: se la llamó Transvaal, pues en ese entonces el nombre era sinónimo de una tierra llena de riquezas, tal como lo era Punta Alta en el imaginario de sus primeros habitantes. La Guerra Anglo-Boer (1899-1902), que ocupaba la primera plana de todos los diarios de la época, había difundido y hecho habitual el nombre de ese territorio de África del Sur disputado por los colonos holandeses (afrikaneers) y el Imperio Británico: Transvaal era una tierra de promisión, pletórica de minas de oro.Y a la riqueza se vinculaba directamente en esa época al ferrocarril. Se ignora quién fue el autor o los autores de estas primeras denominaciones que carecían de carácter oficial. Pero el 4 de Mayo de 1910, el Concejo Deliberante de Bahía Blanca aprobó los nombres definitivos de las calles puntaltenses. Transvaal cambió su nombre por Bernardo de Irigoyen, quien había sido gobernador bonaerense cuando se estableció el Puerto Militar.

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